viernes, 3 de abril de 2009

Sueños chiapanecos
Goodbye


¿Quién lo iba a decir? Me visitaste en sueños, hablábamos por teléfono y ofrecías disculpas, decías estar consciente del dolor que me causaste, no tuviste reparo alguno en decir “lo siento”, sin embargo, a ese conjunto de palabras siguieron otras que para ser sincera no esperaba “lo siento, siento haberte lastimado, pero no podemos regresar a lo mismo”… Wow. A estas alturas del partido me percato de cuánto significó una persona en mi vida y de cuanto lo quería, pero me doy cuenta que no puedo seguir en lo mismo, que la vida es constante movimiento

¡Qué más yo quisiera que las cosas con él hubiesen resultado de manera diferente!…pero no es así, es lo que es, no se dio, no era como lo dice aquella canción de placebo que tanto nos gustaba y que yo llegué a considerar el relato de lo que él me hacía sentir “It’s in the water baby, it’s in your frequency… it’s in between you and me” (Post blue, Placebo)

Qué más yo quisiera que nunca me hubiera lastimado en la medida en que lo hizo, que siguiera “a mi lado”. Extraño recibir esos mensajes y las llamadas en dónde me relataba sus días de escuela, extraño trabajar con él en sus proyectos escolares, extraño su frase “Así es”, extraño platicar con él por horas y que me llamara “Miss Molko”, pero el punto es que de nada sirve estar recordando tantas cosas ya que es algo que no puede conducir a nada bueno, podría seguir relatando cuanto me gustaba y podría escribir por toda la eternidad relatos de cómo me dolió que no fuera quién yo esperaba, creo que jamás me cansaría de relatar la historia y revelar detalles… pero debe haber un “hasta aquí”, ¡porque ya no está!, porque hace dos años no está y porque el tiempo no está congelado y no debe estarlo. Quiero agradecer a la gente que me ha escuchado tantas veces, a los que siempre me echaron porras con respecto a esta situación, a los que sé que en algún momento llegaron a pensar “Por amor de Dios, ya cambia de tema”.

Creo que ya debo dejarlo ir de una vez por todas, creo que debo hacer las pases con ese fantasma, soltarle la mano, darle la bendición y desearle lo mejor que haya en esta vida. Me causó mal y yo contribuí en mucho al no poner un alto, tiendo a extrañar las cosas buenas y olvidar las jaladas que hizo y tampoco es justo, ya no es sano tomar posturas, interpretar, decir si fue bueno o malo, fue lo que fue y es lo que es. Se dijo lo que se dijo y se actuó como se actuó, no hay de otra y de nada sirve tratar de entenderlo porque es un maldito circulo vicioso que nunca termina.

Creo que hay que buscar esa paz, intentar no hablar más del asunto, estoy consciente de que no lo puedo borrar así por así, pero tampoco es sano y cuerdo mantener el dedo en la herida, lo mejor es simplemente aprender a decir adiós y no nada más a la persona sino a su recuerdo, al fantasma a todo lo que significó y pues. Go ahead!, la vida sigue con o sin chiapaneco.

Espero que esta experiencia les pueda brindar algo, traten de recuperar lo bueno, de aprender y extraer lo positivo, nadie dijo que fuera fácil, pero así como yo lo quiero dejar ir, te recomiendo a ti amigo lector que como bien dice una canción de The killers “Open the door, don’t let it sting” (The killers, Read my mind), que dejes ir al “chiapaneco” de tu historia, que le des la bendición, le desees lo mejor y sigas adelante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario