No es que me emocione otro amanecer,
es que es el primero en que me vienes a ver,
es que yo ya no quiero verlo sola otra vez,
es que sola no tiene gracia ni placer.
Cuando tus ojos se fijan en mí
vivo mil aventuras sin salir de aquí.
Si te miro no puedo parar de reír
porque se que tu ves todo lo que yo vi.
Pídeme lo que quieras y diré que sí,
pide una tontería, pero nunca...
No me faltes nunca, yo tengo derecho a ser feliz.
No te vayas lejos, lejos es muy lejos para mí.
Donde vas, volverás, dime que me llevarás.
Quiéreme, bésame, déjame tu huella al amanecer.
Y es que si estás cerca me siento mejor,
desde que te conozco estoy mucho mejor.
Sé que puedo amarte todavía mejor.
Quiero que me ayudes con la respiración.
Si me caigo al suelo ya no siento el dolor,
si te beso y bebo no distingo el sabor.
No me faltes nunca, yo tengo derecho a ser feliz.
No te vayas lejos, lejos es muy lejos para mí.
Donde vas, volverás, dime que me llevarás.
Quiéreme, bésame, déjame tu huella al amanecer.
Cuando tus ojos se fijan en mí
vivo mil aventuras sin salir de aquí.
Si te miro no puedo parar de reír
porque se que tú ves todo lo que yo vi.
Pídeme lo que quieras y diré que sí,
pide una tontería, pero nunca...
No me faltes nunca, yo tengo derecho a ser feliz.
No te vayas lejos, lejos es muy lejos para mí.
Donde vas, volverás, dime que me llevarás.
Quiéreme, bésame, déjame tu huella al amanecer...
domingo, 4 de julio de 2010
Music is the answer
La música que escuchamos dice más de nosotros mismos de lo que creemos. Muchas veces buscamos con toda intención una rola que refleje nuestro sentir, pero también hay ocasiones en que simplemente ciertas canciones comienzan a gustarnos y las escuchamos constantemente por una temporada, sin poner atención a la letra o sin sentirnos identificados con ella. Lo curioso es que cuando analizamos esas rolas, descubrimos que, en conjunto, reflejan un estado de ánimo, pensamientos, sensaciones, sentimientos, experiencias y actitudes respecto de esas experiencias.
Hace algún tiempo comencé el experimento de hacer mi soundtrack mensual. Abrí una carpeta en mi reproductor mp3 y metí ahí las canciones que escuché con más frecuencia a lo largo del mes. Durante un par de meses la selección fue casi la misma. Sin embargo, me sorprendió descubrir que la siguiente carpeta contenía música totalmente diferente. De la nada, ya no sentí ganas de escuchar las rolas de antes... Y entonces comprendí que eso tenía que ver con las experiencias que había vivido recientemente.
Meghan le dijo una vez a Ben en "Felicity": "¿Quieres saber si Felicity todavía siente algo por ti? Sólo revisa la música que escucha". Ben consideró el comentario de Meghan un disparate, pero, la verdad, yo estoy de acuerdo con ella. Todos podemos mentir acerca de nuestro estado de ánimo y de nuestros sentimientos, pero la música que escuchamos nos delata... especialmente a aquellos que la consideramos nuestra pasión (y la pasión, dicho sea de paso, es difícil de abandonar; vean "El secreto de sus ojos" y me comprenderán).
Así que ¿por qué no le echan un ojo a sus favoritas del momento en el iPod, el mp3, el iTunes o incluso en su reproductor de CDs? Quizá les ayuden a comprenderse mejor. A lo mejor les dicen la verdad sobre sus sentimientos. A lo mejor los sacan de una confusión. A lo mejor los motivan a tomar una decisión.
En tanto, les dejo la letra de una canción que conocí incompleta y de una manera poco común. En un principio no significó nada para mí, pero después -inexplicablemente- tuve mucho interés en escucharla de principio a fin. Ahora sé por qué.
"Al amanecer"
Los fresones rebeldes
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