viernes, 16 de octubre de 2009

A heart that pretends to beat

Hace algunos meses, narraba en la entrada titulada Rota lo que aconteció tras el drástico cortón de que fui objeto... Muchas cosas han cambiado y miles más han sucedido... Lo interesante del asunto es que mi manera de ver el amor es ahora completamente distinta. La presencia de nuevas personas en mi vida, me ha llevado a ver el panorama de manera más objetiva.

Dos cosas han sucedido:

1) El amor de mi vida me hizo sufrir tanto, que una parte de mí murió: aquella que amaba sin reservas, sin más. Infiero con mucho dolor que nunca podré sentir el amor con la misma intensidad, que jamás experimentaré nuevamente ese punto álgido de locura... a lo que usted, querido lector podra argumentar que "el tiempo lo cura todo" y "ya llegará alguien que hará latir nuevamente tu corazón". Pues bien, mi corazón bombea sangre perfectamente: pero ya no suena el mismo eco en su latido. Y lo cierto es que alguien más ha llegado a mi vida, pero las circunstancias de nuestro vínculo...

2) Me han llevado a darme cuenta que lo mejor que puedo hacer en una relación es: no atormentarme con pensamientos, ni dejarme llevar por los sentimientos o las emociones.

I take my heart out of my chest, I just don't need it anymore
I take my head out of the game, I just don't need it anymore

Esto es mi himno desde hace un tiempo. Y usted creerá que yo me he sumado a la fila de desencantados del amor: se equivoca. La intención de no pensar no tiene otra meta más que la de no dejar entrar celos en mi cerebro, la de no sentir sólo aplica a aquellos sentimientos que puedan empañar el sentimiento mayor del amor. O emociones negativas como la frustración. Créame: viajo ligero y puedo ver todo con más calma.

Practíquelo y se sorprenderá ;)

 PD: La intención original de este post no era que sirviera de confesionario, pero ya qué...

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